martes, 9 de diciembre de 2008

Miradas y lecturas


Una forma de leer nuestro espacio


Los situacionistas, una de las últimas vanguardias artísticas de la década del ´60, tenían la teoría de que los que vivimos en las urbes, estamos atrapados en circuitos de circulación que condicionan y controlan nuestra percepción del mundo y nuestro estado de ánimo. Circuitos de circulación que se conforman con los recorridos que habitualmente realizamos, día a día, sin prestar atención: de la casa al trabajo, del trabajo a la casa; "la vuelta al perro" en el centro mercedino; el paseo dominguero al parque municipal y la carabana interminable en las horas pico de coches que van y vienen al sector nuevo del parque municipal; los que trotan y corren durante las mañanas y por la tardecita a lo largo del acceso por calle 40 - desde la rotonda de la 1 hasta la ruta 41 -; y siguen los circuitos.

Lo que estos artistas postulaban era romper con esos circuitos mentales que se trasladaban a la geografía, al territorio. Romper por medio de lo que ellos denominaban "La deriva". En qué consiste esto? En dejarse llevar por lo que nuestros pies hagan sin pensar, fijando un punto de llegada o simplemente salir sin rumbo fijo y sin tiempo. Así, los situacionistas de París se realizaban citas en lugares determinados pero sin camino prefijado. Salir a la deriva, sin rumbo, sin un mapa que nos marque el camino. Romper con los circuitos de circulación y el sentido impuesto por el territorio. ¿Quién dijo que el camino más directo es el que va en linea recta? ¿Por qué no perderse en los circunloquios del pensamiento y avanzar? Salir de lo cotidiano y descubrir el mundo que nos rodea.

Un ejemplo interesante de esta sumisión mental que nos lleva nuestra vida consumista es la película Wall -e. Los terrícolas que vivían en la nave Axioma eran, luego de 700 años en el espacio, unos obesos y autistas que vivían en constante conexión mediante una pantalla y no tenían interacción con su medio ni con semenjantes en forma directa, corporal. Muy buena película Wall - e. Como toda la ciencia ficción, anticipatoria y muy filosófica - por más que a algunos les pese -.

Guy Debord era uno de los referentes más importantes de esta vanguardia artística francesa de los años 60. Su vida es otro interesante ejemplo a seguir. Pero más adelante hablaré de el.

Mientras tanto, dejo una imagen tribial, casi insignificante de un detalle ornamental en una fachada de una casa antigua de Mercedes. Una pequeña joya que pasa desapercibida para la mayoría de los mercedinos que transitamos todos los días por las calles de la ciudad.

¿Dónde está esta ornamentación? Una pista: sobre calle 27 a escasas cuadras de la plaza San Martín.

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