lunes, 26 de mayo de 2008

Escritos pasados

Desoigo y oigo a la vez los repiqueteos de las palabras insistentemente lanzadas contra mis oídos que desoyen y oyen las palabras repiqueteando una y otra vez contra ellos mismos, sin parar ni dejar de parar, constantemente, insistentemente arrojadas contra mis oídos que son repiqueteados por las palabras insistentemente insistentes, repiqueteras y danzarinas.
Una y otra vez desoigo y oigo su clamor injurioso y antojadizo contra mis dos oídos, repiqueteados por las palabras insistentes que se arrojan con furia violenta hacia el vacío cóncavo de mis oídos desoídos, de mi mente afiebradamente repiqueteada por las palabras injuriosas, antojadizamente kamicases, irreverentemente interminables y violentamente encadenadas unas a otras, interminablemente ligadas en discursos interrumpidos por un único punto, inevitable y necesario punto de descanso para mis oídos que desangran por el repiqueteo insistente e insidioso de las palabras antojadizamente arrojadas hacia ellos, necesariamente desoídas por el interminable discurrir de los discursos interminables que se acaban en un simple y sencillo punto de intersección, límite entre unos y otros, necesariamente separados, cortados, escindidos por este punto y aparte que imprescindiblemente divide dos estrofas por un simple y necesario punto y aparte.

sábado, 24 de mayo de 2008

Jugar el juego Octavio fiorelli
Jugar.
Jugar un juego. Jugarse.

Jugarse el pellejo. Jugando.

Jugando a las escondidas.
Punto y coma el que no se escondió se embroma.

Piedra libre. Juego libre.
Libertad.

Sin ataduras, sin reglas, sin normas. ¿Qué juego propone un juego libre?
Juego: reglas, reglamento.
Reglas: condiciones, encasillamientos, secuencias, ordenamiento, orden social, socialización, civilización: occidental: cristiana: capitalista: sistema.
¿Cuántas acepciones tiene el verbo jugar? ¿Cuántas acepciones tiene la palabra juego?

Rayuela.
La rayuela es un juego, es una reglamentación, es un acondicionamiento del cuerpo, es un ordenamiento del espacio, es un encasillamiento del ser en individuo: entretenido, divertido, pero encasillamiento al fin; un alegre encajonamiento de las pulsiones, un
ponerle orden a un caos.

Tierra. 1,2,3,4,5,6,7,8,9 Cielo.
Entre la tierra y el cielo, la vida.

Entre la tierra y el cielo: números, matemática, lógica, razón, razón de ser. Todo tiene una razón de ser. Nada puede existir entre el cielo y la tierra que no tenga un número, una cifra, una razón, un ser: macho, hembra, heterosexual, homosexual, lesbiana, bisexual, transexual, hombre, mujer, blanco o negro o toda la escala de grises, 1,2,3,4,5,6,7,8,9, y las infinitas combinaciones posibles – agregando el CERO también, aunque el cero es una excepción que confirma la regla, es la representación de la nada – 1,2,3,4,5,6,7,8,9, nada escapa a esta lógica ascendente,
ordena
Pero:
¿Se puede vivir sin reglas? ¿Se puede vivir sin jugar?
La pregunta sería ¿quién pone las reglas?

Jugar el juego.
Vivir la vida.
Este juego de palabras se acabó aquí.
Este texto participó en el proyecto Rayuela
del artista Camilo Guinot.

sábado, 3 de mayo de 2008

la evolución ciclópea de la bicicleta (III)


Del proceso fortuito de la autonomía vehicular:



Inmersos en el espíritu de la época, en pleno apogéo de la era industrial, se produjeron diversos descubrimientos que apuntalaron la vieja añoranza del desplazamiento sin ayuda animal. En tal sentido los inventores aplicaron sus conocimientos por conseguir el vehículo que permitiera la movilidad de hombres sin esfuerzo y con autonomía de los animales.

Comenzaron a experimentar con la energía eólica, con la fusión y la combustión de elementos minerales, con el aprovechamiento de las transformaciones de los estados naturales de ciertos elementos como el agua. Estos experimentos implicaban grandes inversiones y movilizaban a una gran cantidad de intereses. De hecho la creación del ferrocarril ocupó y en cierta medida suplió a la industria de la construcción de navios en pos del hierro y el carbón para las vías férreas y las locomotoras. Pueblos enteros crecieron bajo la égida de la industria automotríz y otros tantos miles sucumbieron en cada recambio tecnológico que supuso la implantación del ferrocarril por sobre los carruajes, los autos y camiones por sobre el ferrocarril y en un mañana ... ¿el avión por sobre el automóvil?

Allá por 1790 un francés de nombre De Sirvac construyó el primer vehículo de dos ruedas propulsado simplemente con el envión alternativo de las piernas de quien lo usara. Similar en apariencia a montar un caballo,, este primordial y primitivo biciclo tuvo el modesto propósito de ser un simple juego para divertir a los nobles de la corte del rey Luis XV, mientras en las calles de París se cocía a fuego moderado la revolución.